
Decreto
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey,
¡la paz esté con ustedes!
Estimados hermanos:
Con alegría hemos comenzado la vivencia de este año jubilar con una gran peregrinación, llena de gozo y fe, del Santuario Sacerdotal Diocesano del Sagrado Corazón a la Santa Iglesia Catedral. Fuimos miles de fieles que demostramos la alegría de nuestra fe a infinidad de testigos, con el deseo de contagiarlos de la esperanza que viene de peregrinar a la casa del Señor.
Hoy, en esta vivencia jubilar, quiero dirigir mi atención a otro peregrinaje que el Santo Padre y la Penitenciaría Apostólica nos han señalado: las obras de misericordia. Deseo que nuestra vivencia de fe y esperanza del jubileo se convierta en una vida de caridad operante que manifieste la misericordia de Dios a los hermanos.
El Santo Padre, a través de la Penitenciaría, ha señalado que la indulgencia jubilar se puede ganar con la realización de obras de misericordia tanto corporales (dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir a los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos) como espirituales (dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos).
De esta forma, y considerando la situación social y política actual, quiero impulsar la atención que damos de acoger a los migrantes fortaleciendo la labor de Casa Nicolás. Para esto, he decidido algunas acciones.
A fin de garantizar la identidad católica de la obra, y el ejercicio del ministerio de su director, decreto que la Iglesia de San Nicolás Tolentino, en el territorio de la Parroquia de San Francisco Xavier, quede bajo la responsabilidad pastoral del director de Casa Nicolás , a la fecha Mons. Luis Eduardo Villarreal Ríos. En esta Iglesia, para la atención a los migrantes y todos los que se comprometan con la obra, podrán celebrarse bautismos, confirmaciones y primeras comuniones. Además de estos sacramentos, podrán llevarse a cabo toda clase de misas de acción de gracias, así como las celebraciones dominicales y diarias.
Las aportaciones por la administración de estos sacramentos y cualquier otra celebración se utilizarán para la atención y acogida de aquellas personas a las que sirve la obra. Será obligación del responsable pastoral tener un libro de gobierno, que como primer acto incluirá este decreto, así como libros de bautismo, confirmación y primera comunión. Será a través de la Tesorería de la Arquidiócesis que esta Iglesia cumplirá con sus obligaciones fiscales y legales.
Además, ya que la obra está en profunda relación con la naturaleza de la Iglesia y la historia de la comunidad parroquial a la que está vinculada, decreto que la antigua Iglesia parroquial de San Francisco Xavier continúe siendo utilizada para obras en favor de los más necesitados bajo la responsabilidad del director de Casa Nicolás , a quien exhorto a ser transparente en la administración de todos los recursos y bienes destinados a los migrantes, desplazados y refugiados, también cuidar el espacio sagrado como un lugar de misericordia y caridad. Especialmente importante será seguir motivando a que quienes se benefician del bien hecho por la Iglesia, colaboren en la continuación de la labor de Casa Nicolás: mi deseo es que la comunidad del sector colabore en la atención a los más pobres entre los pobres, los migrantes, que han tenido que salir de su patria y de su hogar.
Agradezco a los fieles de la Parroquia San Francisco Xavier la comprensión para este proyecto: sepan que es una forma ejemplar de colaborar con la vivencia de una caridad operante en este año jubilar y a futuro.
Encomiendo a San Nicolás Tolentino esta obra y pido a Nuestra Señora del Roble que cubra con su manto de amor a todos los forasteros que en la Iglesia encuentran cobijo y recompense a todos los que con gran caridad y desprendimiento sostienen esta obra.