Comunicado
A todo el presbiterio de la Arquidiócesis de Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!
Estimados hermanos:
Me dirijo a ustedes con el propósito de extender una cordial invitación a unirnos en oración con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora el próximo 25 de noviembre.
Como miembros de la Iglesia de Monterrey, reconocemos la importancia de promover la dignidad y el respeto hacia cada persona, en esta ocasión hacia todas las mujeres de nuestra sociedad. En comunión con los principios fundamentales de nuestra fe, creemos que la violencia contra la mujer es una afrenta contra la voluntad de Dios y va en contra de los valores del Reino de Cristo.
Por ello, les pido que en la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, (domingo 26 de noviembre), incluidas las misas de precepto del sábado anterior, anunciemos esta intención al inicio de todas las misas. Además, incluir dentro de la oración universal, las siguientes peticiones:
“Por todas las mujeres de nuestra sociedad, especialmente por aquellas que sufren violencia, para que encuentren la ayuda que necesitan y vivan con dignidad como hijas de Dios”.
“Por nuestra sociedad, para que genere acciones de justicia que lleven a una sociedad que dignifique a la mujer”.
De esta manera elevaremos nuestras plegarias para pedir la erradicación de la violencia contra la mujer, la fortaleza para aquellas que la han experimentado y la orientación divina para que la justicia y el amor hacia ellas prevalezcan en nuestros corazones y en el mundo. Sin embargo, no podemos olvidar que la oración debe ser acompañada de acciones concretas con este fin.
La participación de todas las comunidades parroquiales será de suma importancia ya que la unidad en la oración fortalece nuestra comunión con Dios y con todos los hermanos y hermanas. Juntos, como comunidad, podemos ser agentes de cambio y luz en esta lucha.
Espero contar con su participación sincera y compartir juntos este momento significativo en la presencia del Señor.
Que nuestra Señora del Roble, patrona de nuestra Arquidiócesis, los auxilie y acompañe en su ministerio.