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Prot. No. 178/2021
17 de Marzo de 2021

Carta

Estimado padre Ramiro:

Reciba junto a su comunidad parroquial un paternal saludo y una felicitación por los cincuenta años de vida como parroquia. Bendito sea el Señor Dios que los ha llamado a ser una verdadera comunidad de fe, amor y fraternidad en medio de nuestra ciudad. Dios tenga en su santa gloria a S.E. Mons. Alfonso Espino y Silva que, inspirado por Dios, erigió esta comunidad.

Quiero por estas letras conceder la celebración del año jubilar por ustedes solicitado el día 03 de marzo del presente. Este se extenderá desde la misa de acción de gracias del 19 de marzo del presente año hasta el 19 de marzo del año 2022, fecha en la que te pido organizar otra misa solemne de acción de gracias.

Recuerden que, si bien es importante para el culto digno a Dios, el templo parroquial en sí mismo no es la parroquia sino la comunidad de fieles que es guiada al encuentro con Dios por un pastor: fortalece este sentido de unidad.

Así, al tiempo que agradecemos a Dios los 50 años de evangelización y vivencia de la fe, será importante que continúes guiando a la comunidad para ser una verdadera Iglesia en salida, que no se conforma con la integración de aquellos que ya asisten a misa y a los grupos apostólicos, sino que va en busca de los fieles que no participan de la vida parroquial. Invito a la comunidad a que con un espíritu de iniciativa y creatividad busquen hacer esto teniendo en cuenta los cuidados sanitarios que debemos tener. Además, como ya se los he propuesto en mi VII carta pastoral, será necesario que se conviertan como comunidad en un semillero para todas las vocaciones, en especial fomentar las vocaciones a las diversas formas de vida consagrada y de vivencia del sacramento del orden: no dejen de promover la reflexión sobre el llamado de Dios a estos caminos de santidad y de orar, en especial, para que como Iglesia local nos veamos favorecidos con muchas vocaciones sacerdotales. ¡Ojalá que de su parroquia ingresen a formarse en nuestro seminario muchos jóvenes!

Como don especial para esta celebración, en uso de mi autoridad como Obispo diocesano de esta Iglesia local, en conformidad a la norma 7, 1 del Enchiridium Indulgentiarum, les concedo, por el presente rescripto, el don de la indulgencia parcial a todos los fieles que se unan a la celebración de este año jubilar según de las siguientes formas:

- Se concede indulgencia parcial a todos los fieles que participen de la misa de acción de gracias, ya sea presencial o virtual, el día 19 de marzo del presente y ese mismo día del 2022.

- Se concede indulgencia parcial a los enfermos de tu comunidad parroquial que, no pudiendo participar en la santa misa por su enfermedad, reciban la visita de un enviado de la parroquia (misionero, ministro extraordinario de la comunión, catequista, etc.) que les proclame el evangelio dominical de la semana en curso. Esta concesión se da una vez por semana desde la misa de acción de gracias por el aniversario hasta la misa solemne por la fiesta patronal del 19 de marzo de 2022;

- Se concede indulgencia parcial a todos los fieles que participen de la santa misa dominical, incluidas las de precepto del sábado por la tarde, en el templo parroquial de su comunidad o, cualquier día de la semana, en las misas de barrio que puedas organizar durante el año jubilar, esperando que poco a poco la situación de pandemia que estamos viviendo nos permita realizar estas actividades.

Para entender las gracias de la indulgencia parcial y las disposiciones requeridas en el derecho para ganarlas, se deberá atender lo dispuesto en la norma 4 del Enchiridion indulgentiarum: al fiel cristiano que, al menos con corazón contrito, realiza la obra enriquecida con indulgencia parcial, se le concede por obra de la Iglesia una remisión de la pena temporal del mismo valor que por su acción ya recibe. Será importante, padre, que expliques a la comunidad cuál es la gracia propia de este don: la indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos (c. 929).

Si bien no son necesarias como requisito para ganar las gracias de la indulgencia parcial, conviene que en razón de este año jubilar promuevas la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración pro las intenciones del Romano Pontífice, que en caso de querer ganar una indulgencia plenaria sí son necesarias (norma 20 §1 Enchiridium indulgentiarium).

Le pido haga lectura pública de este rescripto en la misa que presidirás en la comunidad. A toda la comunidad les envío mi bendición y les pido ponerse bajo el manto de amor de la santa patrona de nuestra Iglesia

¡Virgen Santísima del Roble, cúbrenos con tu manto!

¡San José, custodio del Redentor, ruega por nosotros!

¡Corazón Inmaculado de María sé la Salvación del alma mía!

¡Venerable padre Raymundo Jardón, ruega por nosotros!

¡Sor Gloria Elizondo, ruega por nosotros!