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Prot. No. 35/2024
27 de Enero de 2024

Decreto

Prot. No. 35/2024

Monterrey, N.L., a 27 de enero de 2024

Asunto: Erección de la Parroquia

Universitaria San Pablo VI

A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey, ¡la paz esté con ustedes!

Estimados hermanos:

Llevar la alegría del Evangelio a cada rincón de la tierra, en cada momento de la historia, a cada persona es una tarea que el Señor Jesús le ha confiado a la Iglesia, y que Su Santidad Francisco espera que cumplamos cabalmente.

Esta tarea debe llegar incluso al ámbito de la cultura profesional, científica y académica, a fin de que se dé un encuentro entre la fe, la razón y las ciencias; así, llevando el anuncio evangélico a estas dimensiones del ser humano, podrán convertirse en un instrumento del Espíritu para renovar el mundo (Cf. Francisco, Evangelii Gaudium, 132). Personalmente considero que este encuentro debe ser llevado a cabo por una pastoral universitaria madura: no solo brindar atención espiritual a los estudiantes universitarios, sino, sin olvidar esta, propiciar el diálogo y encuentro entre la fe, la ciencia, la investigación, la academia y la vida profesional.

Con esto en mente, y sabiendo que la parroquia es el lugar privilegiado para el encuentro del Evangelio con todas las dimensiones del ser humano, y que éstas puedan ser constituidas no solo territorialmente sino también por una razón pastoral bien determinada (cf. c. 518), habiendo escuchado a mi Consejo Episcopal, al Consejo Presbiteral y a los miembros de la Pastoral Universitaria, teniendo presente que es mi obligación procurar una intensa cura pastoral de los estudiantes universitarios (cf. c. 813) y que una parroquia universitaria es hoy más que nunca una institución necesaria (cf. Congregación para la Educación Católica, Presencia de la Iglesia en la Universidad y en la cultura universitaria , 22 de mayo 1994), he decidido erigir, con mis facultades ordinarias como obispo diocesano (cf. c. 515 §2), y con estas letras erijo, la

Parroquia Universitaria San Pablo VI,

a tenor del c. 813, deseando poner bajo protección de este santo varón esta labor, pues durante su ministerio como sacerdote, de 1925 a 1933, fue consejero eclesiástico nacional de la Federación Universitaria Católica Italiana y de primera mano conoce el valor de esta pastoral.

30 años después de esta labor ministerial, San Pablo VI volvió a encontrar a los miembros de la Federación, alumnos y maestros de universidades, llamándolos a educar en el empleo recto y provechoso del pensamiento, a impregnar el mundo académico con el pensamiento católico, que debe conocerse y profundizarse (cf. Pablo VI, Alocución de Su Santidad Pablo VI a la Federación Universitaria Católica Italiana , 02 de septiembre de 1963) para que transforme la sociedad.

Esto es lo que deseo y anhelo de nuestra Parroquia Universitaria y para eso la erigimos hoy: brindar una intensa cura pastoral de las personas que integran la vida universitaria para impregnar el mundo de la ciencia, de la cultura, de la investigación y del pensamiento con los valores cristianos que permitan aprovechar en bien de toda la humanidad lo adquirido en los estudios, investigaciones y vida universitaria.

Serán los estudiantes universitarios, de cualquier institución pública o privados, los que conformarán esta parroquia. Además de ellos, formarán parte de esta parroquia el personal docente, administrativo, de investigación y demás departamentos de las diversas universidades públicas o privadas, así como sus familias.

Físicamente la parroquia tendrá su oficina y sede en la Parroquia San Juan Bosco de Monterrey, N.L., aunque esta podrá ser transferida a otro lugar a consideración de un servidor o mis sucesores. El párroco custodiará los libros de la parroquia, además de tener las obligaciones propias de todos los párrocos y la parroquia contará con los derechos y obligaciones que en derecho le corresponden.

En este mismo acto, nombro primer párroco de esta parroquia al padre Alejandro Beltrán Garza , quien continuará como pastor de la Parroquia San Juan Bosco, residiendo y sirviendo pastoralmente en esta última.

Cuidará el párroco, cual pastor de almas que es, de brindar la catequesis apropiada a la edad y cultura de todos los miembros de su parroquia, además de administrar los sacramentos cuando lo soliciten de manera oportuna y cumplan con las disposiciones que marca el derecho. Será importante insistir en la vivencia de los valores propiamente cristianos que sirvan para asumir apropiadamente la ciencia y valores recibidos en la universidad y ponerlos al servicio de la humanidad. Deberá preocuparse por la dirección espiritual y la administración de la confesión para todos los miembros de su parroquia.

Estarán a su cargo y cuidado las diversas iglesias enclavadas en las universidades de nuestro territorio arquidiocesano, además de coordinar a los diversos capellanes y agentes de la pastoral universitaria. En todas estas iglesias podrá celebrar todos los sacramentos, aunque únicamente para los miembros de su parroquia, dejando testimonio escrito en los libros parroquiales encargados a su custodia.

Cuidará, además, de cumplir con todas las disposiciones diocesanas para el cuidado de los menores y adultos vulnerables, además de promover el enraizamiento y crecimiento de una cultura de respeto y promoción de la dignidad de los niños y adolescentes.

Este decreto se ejecutará con su lectura pública el 28 de enero de 2024 en la misa que presidiré en la Parroquia de San Juan Bosco, en la presencia del primer párroco de la nueva Parroquia Universitaria San Pablo VI.

Confío a este gran santo, San Pablo VI, a Nuestra Señora del Roble y al venerable padre Jardón la vida y frutos de esta comunidad parroquial, sabiendo la necesidad que tenemos de un cultura científica y humanista que respete la dignidad integral del ser humano y conciba a todas las personas como una sociedad que debe desarrollarse en conjunto y con igualdad de oportunidades.