Circular
A toda la Iglesia que peregrina en Monterrey,
¡la paz esté con ustedes!
Estimados hermanos y hermanas:
Cada año, al iniciar el tiempo santo de Adviento, como discípulos misioneros llamados a vivir la caridad y la corresponsabilidad, nos disponemos también a comenzar nuestra Campaña del Diezmo, bajo el espíritu que nos inspira a reconocer que Dios es nuestra providencia. El Diezmo es una manera concreta de colaborar con el plan de Dios para la construcción de su Reino de amor, vida y paz, compartiendo generosamente nuestros bienes para el sostenimiento de la misión de la Iglesia. Es un acto de fe, que reconoce que todo lo que somos y tenemos es un don recibido, y que devolver una parte al Señor es poner nuestra vida en sus manos, con la certeza que de Él jamás se deja ganar en generosidad.
El Diezmo, ofrecido una vez al año y equivalente a lo proporcional a un día de salario, permite sostener múltiples necesidades pastorales de nuestra Arquidiócesis de Monterrey: mantenimiento de templos y capillas, la formación de los futuros sacerdotes, los proyectos de evangelización y la continuidad de numerosos programas pastorales, así como la atención a sacerdotes enfermos o de edad avanzada. Recordemos que esta colaboración, propia de todo bautizado, no se suple con otras ayudas que destinamos a nobles causas; todas ellas son valiosas, pero ninguna sustituye nuestro compromiso estable con el crecimiento y la vida de la Iglesia de Monterrey.
Invito fraternalmente a los párrocos, administradores parroquiales, rectores de templos y sacerdotes responsables de comunidades a realizar las colectas de las misas de precepto del sábado 29 y domingo 30 de noviembre, destinándolas íntegramente al Diezmo. Dichas colectas deberán enviarse a la Tesorería de la Arquidiócesis durante la segunda semana de diciembre, y posteriormente lo que para dicho fin se recaude y se extiende, para los que no puedan cumplirlo en esa fecha, durante los siguientes meses, especialmente enero y febrero.
El Diezmo puede entregarse en cualquier Iglesia, mediante el sobre dispuesto para ello, en la alcancía del Diezmo, directamente en la Tesorería de nuestra Arquidiócesis, o a través de las opciones electrónicas disponibles en: http://tudiezmo.com/como-dar/
Que la Santísima Virgen del Roble, patrona de nuestra Arquidiócesis, nos acompañe y fortalezca en nuestro caminar, para que vivamos con confianza, generosidad y alegría, sabiendo que Dios es nuestra providencia y jamás abandona a quienes confían en Él.