En el marco de una emotiva celebración dominical, Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, otorgó el título de capellanes a tres sacerdotes, reconociendo su compromiso y dedicación pastoral.
Los sacerdotes homenajeados fueron el Padre Jesús Zalpa Velázquez, el Padre Amancio Olmos Gómez y el Padre Miguel Guzmán Paez, quienes ahora asumen esta distinción con profunda gratitud y humildad.
Durante la homilía, Monseñor Cabrera López destacó la importancia del servicio sacerdotal y la responsabilidad que conlleva guiar espiritualmente a las comunidades. “Este título no es solo un reconocimiento, sino también un llamado a servir con mayor fervor y entrega”.
“El título de <Capellán de Su Santidad> o <Monseñor> es un reconocimiento honorífico otorgado por el Santo Padre a sacerdotes que han demostrado una entrega fiel y generosa al servicio de Dios y de la Iglesia. Estos sacerdotes tienen como principal tarea rezar diariamente por el Papa Francisco, pidiendo que el Señor lo guíe y lo acompañe en su ministerio”, señaló el Arzobispo.
Monseñor Cabrera López también aprovechó la ocasión para reflexionar sobre el papel de la Iglesia en la sociedad actual, haciendo un llamado a la unidad y al compromiso con los más vulnerables. Subrayó que la misión pastoral no se limita a las actividades dentro del templo, sino que se extiende a la vida diaria, buscando ser testimonio de fe y esperanza en todos los ámbitos.
La ceremonia, que tuvo lugar este domingo en que la Iglesia celebra la Epifanía del Señor, en la Catedral Metropolitana de Monterrey, contó con la presencia de numerosos fieles, quienes manifestaron su apoyo y oraciones por los nuevos capellanes. Al cierre de la misa, Monseñor Cabrera López impartió una bendición especial a los sacerdotes homenajeados y a toda la congregación presente, reafirmando el compromiso de la Iglesia de Monterrey de trabajar en favor de la fe, la esperanza y la caridad.
Por solicitud del Excelentísimo Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, el Papa Francisco ha conferido este honor a tres sacerdotes de la Arquidiócesis de Monterrey, quienes han destacado por su admirable servicio pastoral:
Presbítero Amancio Olmos Gómez
El Padre Amancio Olmos Gómez, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1961. Se desempeñó como párroco en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, una de las comunidades más activas de la Iglesia local, donde recibió y acompañó a los fieles en su piedad popular y en sus momentos de dificultad. También sirvió como ecónomo de la Arquidiócesis, administrando con dedicación los bienes del pueblo de Dios y promoviendo iniciativas en beneficio de la comunidad.
Presbítero Jesús Zalpa Velázquez
El Padre Jesús Zalpa Velázquez recibió la ordenación sacerdotal el 11 de mayo de 1968. Ha sido un pastor cercano a las comunidades a las que ha servido. Entre sus responsabilidades, se destacó al frente de la Oficialía de Matrimonios y Sacramentos, facilitando el acceso de los fieles a los medios de gracia. Actualmente, es penitenciario de la Arquidiócesis en la Catedral de Monterrey, donde administra el sacramento de la confesión y muestra el rostro misericordioso de Dios. También colabora en la Parroquia San Francisco de Asís, en General Escobedo, Nuevo León.
Presbítero Miguel Guzmán Páez
El Padre Miguel Guzmán Páez fue ordenado sacerdote el 1 de septiembre de 1974. Ha ejercido su ministerio con cercanía a las comunidades y compromiso con la evangelización, fortaleciendo los grupos pastorales en las parroquias donde ha servido. Se le reconoce especialmente por promover la devoción a Nuestra Señora del Roble, patrona de la Arquidiócesis de Monterrey, alentando a los párrocos a celebrarla con fervor y motivando a las familias a honrarla en sus hogares. Actualmente, es párroco de la Parroquia San José de Huinalá, en Apodaca, Nuevo León.
Este reconocimiento resalta el papel de los capellanes como intercesores y servidores de la Iglesia, reforzando su compromiso pastoral y su misión de acompañar espiritualmente a los fieles.