Por Rocío Díaz
Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo12.org) 26 de febrero del 2018.- Son tiempos cruentos los que se están viviendo en Siria y otros países en guerra, febrero es uno de los meses más violentos en los siete años de conflicto; esta última semana ha sobresalido por las voces que se levantan para detener el genocidio en las zonas más violentas.
El Papa Francisco ha hecho un apremiante llamamiento para hacer un “cese inmediato a la violencia en Siria”, en donde la guerra ha vuelto a explotar, se vive sin comida, de manera inhumana, sin acceso a la ayuda humanitaria.
Ayer domingo, el Coliseo romano se iluminó de rojo, en un signo de la sangre derramada por los mártires cristianos, para llamar la atención a los cristianos perseguidos.
La Jornada de Oración y Ayuno por la paz, llevada a cabo el viernes 23 de este mes a iniciativa del Papa por los países en guerra, especialmente por la República Democrática del Congo y por Sudán del Sur hizo que toda la Iglesia se uniera en este llamado por los hermanos que más sufren.
Misioneros en Sudán, en Siria, en el Congo, dan cuenta del genocidio que se está cometiendo en esos lugares. Ellos siguen llegando y otros, pudiendo regresar a sus casas, deciden quedarse a acompañar a quienes lo han perdido todo.
Los esfuerzos por atraer miradas al problema de la guerra empiezan a tener fruto: la película Watu Wote: all of us, que presenta el drama de la persecución de los cristianos en Kenia ha sido nominada para el premio Óscar en la categoría mejor corto de ficción. La historia se basa en la historia real. La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), ha sido una de las patrocinadoras de la película.