Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 10 de febrero 2020. “San José Sánchez del Río fue y es sal de la tierra y luz del mundo, quien lo conoce, quien lo ama, quien pide su intercesión descubre que el puede darle luz a la humanidad, con su entrega, con su valentía , con su decisión le ha dado al mundo el sabor de la vida, vale la pena vivir, vale la pena morir, eso es lo que nos enseña un mártir”, compartió el Arzobispo de Monterrey a presidir la eucaristía en el Seminario Menor de Monterrey al celebrar a su santo patrono.
“No solo eres importante, no solo te realizas bien cuando tienes todas las condiciones humanas favorables, cuando vives, cuando estas sano, cuando tienes dinero, cuando te aman y tu amas, esas son las condiciones buenas y envidiables, pero no siempre es así la vida, la vida tiene muchas limitaciones y los hombres y mujeres que son sal de la tierra, supieron en sus circunstancias propias de su momento dar testimonio del Señor”, añadió.
“San José Sánchez del Río apreció su vida, pero también apreció su muerte, `ustedes son la luz del mundo´ y dice el Señor al final, `para que viendo nuestras buenas obras, glorifiquen al Padre que esta en los cielos´; quien ve a un mártir, a un santo a una mujer buena, quien ve a una señorita en plenitud de su vida como lo quiere el Señor, sin duda provoca en quienes lo ve una alabanza merecida a Dios”.
“Quien conoce, quien pide la intercesión de San José Sánchez del Río, también llega a lo más importante, glorificar el nombre de Dios”.
Finalmente, el Arzobispo invitó a los seminaristas a ser “muchachos de fe, esperanza y caridad”, y madurar en las virtudes cardinales.
#IglesiaDeMonterrey