Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org) 5 de marzo del 2017.- Antes de rezar el Ángelus dominical en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco meditó sobre las tentaciones de Jesús durante los 40 días en el desierto.
“Durante los cuarenta días de la Cuaresma estamos invitados, como cristianos, a seguir las huellas de Jesús y a combatir la batalla espiritual contra el Maligno con la fuerza de la Palabra de Dios. No con nuestra palabra: no sirve. La Palabra de Dios es la que tiene fuerza para derrotar a Satanás. Por eso hay que familiarizarse con la Biblia: leerla a menudo, meditarla, asimilarla. La Biblia contiene la Palabra de Dios, que es siempre actual y eficaz”.
“Alguno ha dicho: ¿Qué pasaría si tratásemos a la Biblia como tratamos a nuestro teléfono móvil? Si la lleváramos siempre con nosotros, o por lo menos el pequeño Evangelio de bolsillo, ¿qué sucedería? Si volviéramos a buscarla cuando nos la olvidamos, si la abriéramos varias veces al día, si leyéramos los mensajes de Dios contenidos en la Biblia como leemos los mensajes del teléfono… ¿Qué pasaría? Claramente, la comparación es paradójica, pero nos hace reflexionar. Si tuviéramos la Palabra de Dios siempre en el corazón, ninguna tentación podría alejarnos de Él y ningún obstáculo podría desviarnos del camino del bien; sabríamos vencer las sugerencias cotidianas del mal que está en nosotros y fuera de nosotros; seríamos más capaces de vivir una vida resucitada según el Espíritu, acogiendo y amando a nuestros hermanos, especialmente a los más débiles y necesitados, y también a nuestros enemigos”, dijo.
Equipo Editorial de Pastoral Siglo XXI