En una emotiva ceremonia realizada el pasado 7 de noviembre, en el atrio del Santuario de Guadalupe, se dieron cita diversas autoridades civiles y religiosas para dar a conocer los avances en la restauración del Antiguo Santuario de Guadalupe, un icono de fe, histórico y cultural en la Colonia Independencia.
Al evento asistieron el padre José Eduardo Mayorga, rector de la Basílica de Guadalupe; Monseñor Heriberto Cavazos y Monseñor Fray César Garza, Obispos Auxiliares de Monterrey; el Padre Raúl Mena Seifert, responsable de los Bienes Culturales de la Iglesia; Melissa Segura, Secretaria de Cultura; Carmen Junco, vocal ciudadana de cultura y el Lic. Alejandro Rodríguez, secretario técnico de Fidecultural.
Este templo, construido a finales del siglo XIX y conocido por su arquitectura que mezcla estilos neoclásico, vernáculo e industrial, es símbolo de la identidad y fe de la comunidad.
Destaca por su torre espadaña y sus altas paredes de sillar de caliche. Sus muros, vitrales, bóvedas y cúpulas reflejan una rica historia arquitectónica y espiritual, siendo un testimonio del fervor guadalupano que ha perdurado por generaciones.
El proyecto de restauración, desarrollado por el gobierno estatal en colaboración con la Basílica de Guadalupe, tiene como objetivo la preservación y consolidación estructural del templo.
En esta primera etapa, los trabajos se enfocan en la restauración de cubiertas y bóvedas, así como en la eliminación de materiales incompatibles con la estructura original, como el cemento, y en la consolidación de fisuras y grietas.
Monseñor Heriberto Cavazos, en representación del Arzobispo Don Rogelio Cabrera López, compartió su agradecimiento:
“A nombre de nuestro Señor Arzobispo y de los fieles de esta comunidad, les doy la bienvenida y agradezco a Fidecultural, al Gobierno del Estado y demás instituciones, todo lo que hacen para conservar y mantener viva nuestra memoria histórica”.
Por su parte, el padre Eduardo Mayorga, rector de la Basílica, enfatizó el valor histórico y cultural del santuario. Recordó la construcción del templo, iniciada en 1895 y bendecida por el obispo Santiago De la Garza Zambrano, así como sus múltiples restauraciones a lo largo de los años para preservar su integridad frente a eventos como la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera. “Por ser símbolo de fe, tradición e identidad, joya histórica y cultural de nuestra ciudad, solo me resta decir a título personal ¡Que viva nuestro Santuario, Patrimonio Nacional!”, concluyó.
Con esta intervención, el Gobierno de Nuevo León y la comunidad religiosa reafirmaron su compromiso con la preservación del patrimonio cultural e histórico de Monterrey, asegurando que las futuras generaciones puedan disfrutar y honrar este legado.
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