Monterrey, N. L. (www.pastoralsiglo21.org) 5 de noviembre del 2017.— Este año tiene un significado especial para los jóvenes, pues se estarán preparando para llegar en el 2018 al Sínodo para los Jóvenes, la Fe y el Discernimiento Vocacional, así lo enfatizó Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, durante la rueda de prensa ofrecida hoy.
Este año de reflexión a nivel mundial, que inició ayer en la diócesis, tiene su razón de ser en la importancia de atender a la juventud y de acompañarles en el discernimiento de su opción de vida para que puedan desarrollarse de la mejor manera.
“Durante el año de preparación no solo se impartirán charlas que fortalezcan la espiritualidad de los jóvenes, sino que será una oportunidad privilegiada para escucharlos, para dejarnos confrontar por ellos desde la caridad, y juntos poder encontrar caminos que nos conduzcan a seguir fortaleciendo nuestro compromiso en la misión evangelizadora, comprendiendo que ellos son una fuerza vital en la renovación de la Iglesia”, expresó.
Mons. Rogelio invitó a todos los jóvenes a sumarse a las actividades de este Año de la Juventud, pues los aportes serán de gran riqueza para el trabajo que se efectuará en el sínodo en Roma.
El obispo también invitó al Congreso Teológico que se realizará el 10 y 11 de noviembre en la Casa de la Iglesia, con motivo de los 500 años de la reforma luterana y en el que a través de conferencias, diálogo y oración se profundizará en temas comunes, como son la ecología, la lucha contra la pobreza y la paz del mundo.
“En estas causas podemos reunirnos aunque tengamos diferencias doctrinales”, subrayó.
“Están invitados no solo las iglesias que derivan de Lutero, sino muchas otras iglesias de tipo pentecostal y también algunas que, no siendo de profesión cristiana, también nos acompañarán. Espero que podamos tener una muy buena participación para trabajar en lo más importante, que es la unidad de todos los que creemos en Jesús”, dijo.
Participará la comunidad anglicana, especialmente, y también las comunidades presbiteriana y luterana. Se espera que también participe el resto del consejo interreligioso.
Por Rocío Díaz