Ante el nuevo ciclo escolar 2023-2024, que está por iniciar, en el que miles de niños y niñas vuelven a las aulas, el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López manifestó la importancia de la formación integral y la influencia que ella tiene en la armonía social.
“Nos unimos a toda la comunidad educativa, especialmente a los niños y niñas y a sus familias. El camino educativo, independientemente del grado que se cursa, dispone para seguir creciendo y desarrollándose como miembros de la sociedad que aportan un gran valor que beneficiará a todos”.
“El camino educativo, independientemente del grado que se cursa, dispone para seguir creciendo y desarrollándose como miembros de la sociedad que aportan un gran valor que beneficiará a todos”.
Monseñor Rogelio, invitó también, a estar atentos a las áreas de oportunidad y diversos retos que hemos de afrontar al inicio del nuevo ciclo escolar.
“Pensamos de manera especial en aquellos niños y niñas, adolescentes y jóvenes que no cuentan con los recursos necesarios para la vida diaria en algunas zonas rurales y urbanas de nuestro Estado; aquellos que, con dificultad, solo hacen una comida al día; escuelas que no cuentan con los espacios adecuados y en las que las altas temperaturas siguen representando una dificultad que exige una pronta atención; y no está de más decir que debemos seguir trabajando en el compromiso de generar mejores ambientes para el desarrollo psicosocial integral y la construcción de la paz, ante el lastre de la violencia social y familiar”.
Finalmente, Mons. Rogelio, convocó a trabajar juntos, no divididos ante los retos educativos.
“Nuestro plan de acción no debe estar marcado por la división ni la acción aislada de unos cuantos, sino por la cultura del encuentro con participación y corresponsabilidad de todos los agentes educativos: padres de familia, maestros, autoridades, asociaciones civiles y la sociedad en general”.