La visita ad limina es la visita que todos los obispos católicos deben hacer, cada cinco años, a Roma. Comprende la peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo como expresión de comunión eclesial y el encuentro con el Papa como sucesor de San Pedro. Incluye también informar sobre la situación de la Iglesia en la diócesis que cada obispo tiene encomendada. Y es que, cada obispo ha enviado ya hace tiempo a Roma un informe sobre el estado de la diócesis desde la última visita ad limina.
PROGRAMA DE LA VISITA
Además de peregrinar a las tumbas de San Pedro y San Pablo, los obispos también visitarán algunos dicasterios como el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, el Pontificio Consejo para los Laicos, la Congregación para el Clero, la Congregación para los Institutos de Vida consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Pontificio Consejo para la Educación Católica, el Pontificio Consejo para los Operadores de Salud, el Pontificio Consejo para la Cultura y la Secretaría de Estado, entre otros organismos vaticanos.
ORÍGENES DE LA VISITA AD LIMINA
La primera visita ad limina, que en latín significa ‘los umbrales de los apóstoles’, aparece en la carta de San Pablo a los Gálatas: «Más tarde, al cabo de tres años, subí a Jerusalén para conocer Cefas, y pasé quince días con él (Ga 1,18)». Durante esta visita, Pablo explicó a Pedro (y a Jaime) las dificultades que encontró en algunas zonas de Judea…
Esta puede ser considerada el primer encuentro de ayuda recíproco y de coincidencia sobre temáticas particulares. Las visitas ad limina Apostolorum, es decir, los sepulcros de San Pedro y San Pablo, en Roma, son una ocasión privilegiada de comunión pastoral y aportan un enriquecimiento de experiencias en el ministerio del Papa.
ARZOBISPO DE MONTERREY INVITA A ORAR
El Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera en su mensaje dominical informó sobre este importante acontecimiento.
“Les comparto que una parte de los Obispos de nuestro país viajamos el día de hoy (ayer domingo)a la ciudad del Vaticano para realizar la visita conocida como “Ad Limina Apostolorum”, la cual tiene un significado preciso que nos lleva a fortalecer nuestra responsabilidad de sucesores de los Apóstoles y de la comunión con el Sucesor de Pedro, siendo la ocasión ideal para presentarle al Papa Francisco el caminar de la Iglesia de México”.
“También su servidor y los Obispos auxiliares de Monterrey compartiremos con el Papa Francisco, la situación que hay en nuestra Arquidiócesis de Monterrey”, añadió.
Finalmente, añadió: Nos encomendamos a sus oraciones y tengan la seguridad de que nosotros tendremos presente las de ustedes en nuestras oraciones. Pidiendo especialmente por nuestro país, por Monterrey, por Nuevo León y todo México goce de paz; y que nuestras autoridades y nosotros los ciudadanos trabajemos intensamente para que se restablezca el orden y la serenidad en nuestras comunidades.
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