Ante la creciente violencia que golpea a México, la Iglesia Católica de Monterrey ha levantado la voz en solidaridad con las familias afectadas y en memoria de los jóvenes asesinados en Irapuato. En un mensaje dirigido a la comunidad, el Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, expresó su dolor y compromiso con la construcción de la paz, convocando a una serie de acciones para honrar a las víctimas y sensibilizar a la sociedad.
El comunicado, emitido en respuesta al asesinato de ocho jóvenes que formaban parte de la pastoral juvenil en la Diócesis de Irapuato, destaca la necesidad de mantener la esperanza y la unidad en tiempos de crisis. “No dejemos de soñar y trabajar para que estos sueños se hagan realidad”, expresó el arzobispo, recordando que la paz, la justicia y la fraternidad son aspiraciones fundamentales de la Iglesia.
𝐀𝐜𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐌𝐞𝐦𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐕𝐢́𝐜𝐭𝐢𝐦𝐚𝐬
Como parte de las iniciativas promovidas por la Arquidiócesis de Monterrey, se han organizado dos eventos de reflexión y oración:
1. Misa en honor a los jóvenes asesinados: El próximo domingo 23 de marzo, en la Catedral Metropolitana, se colocarán ocho velas en el altar durante la misa de las 8:30 a.m. en memoria de las víctimas. Se invita a todas las parroquias a replicar este gesto en sus comunidades.
2. Procesión juvenil y misa especial: El domingo 30 de marzo a las 8:00 a.m., se realizará una procesión desde el Santuario del Sagrado Corazón hasta la Catedral Metropolitana. En el atrio se colocarán fotos de los jóvenes asesinados, acompañadas de una ofrenda floral.
El arzobispo también pidió a la comunidad incluir en el Viacrucis de los viernes de Cuaresma una oración especial por la paz y por todas las víctimas de la violencia en México.
Compromiso con la Paz y la Reconciliación
El llamado de la Iglesia se enmarca en su Plan de Pastoral 2023-2026, que enfatiza la reconstrucción del tejido social a través de la evangelización y la acción comunitaria. La Arquidiócesis de Monterrey se une así a la Red Nacional de Paz, asumiendo un rol activo en la búsqueda de soluciones a la crisis de violencia que afecta al país.
Con estas acciones, la Iglesia de Monterrey no solo honra la memoria de los jóvenes asesinados, sino que también invita a la sociedad a reflexionar sobre su papel en la construcción de un México más justo y pacífico.