Este importante evento, es organizado por la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de Monterrey y tiene como propósito que jóvenes y adolescentes de la Iglesia, tengan un momento de encuentro, diálogo y cercanía con el Pastor de la Arquidiócesis de Monterrey.
Este año, el evento comenzó con un congreso llamado Ardiendo, el cual tuvo como agenda momentos de reflexión, meditación y oración acompañados de diversos expositores, entre los cuales estuvieron presentes evangelizadores jóvenes y sacerdotes, entre ellos el padre David Jasso, el padre Julio Muñoz L.C y también el padre Rodrigo Correa I.S.P.SCH. mejor conocido como el padre Rorro.
El Padre José Juan Montalvo, alías Padre Borre, fue quien dirigió un momento muy especial titulado “Velada con tu sacerdote”. Este espacio se prestó para orar por y con los sacerdotes que estuvieron presentes, brindándoles una ocasión de sanación y reconciliación, de gratitud y cariño entre jóvenes y sacerdotes
El domingo, más de 4 mil jóvenes tuvieron la oportunidad de escuchar y dialogar con Mons. Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey a quien en un espacio de preguntas le cuestionaron sobre temas como el amor a Dios, como crecer en la relación con Él, sobre el relativismo, el perdón, la felicidad, el noviazgo, entre otros temas.
En torno a la celebración de Cristo el Buen Pastor, Mons. Rogelio presidió la Santa Misa, acompañado por algunos otros sacerdotes de la Arquidiócesis de
Monterrey.
Durante la homilía el Arzobispo mencionó: “Fijense como el Señor se fija en sí mismo y también se fija en nosotros, «Yo soy el Buen Pastor y ustedes las ovejas», «Yo soy la vid, ustedes los sarmientos», Yo soy la piedra angular, ustedes son el resto de las piedras, ese es el amor inclusivo, donde no se excluye a nadie, Jesús no excluye a nadie, nos integra a su vida a todos”.
“El Buen Pastor conoce a sus ovejas, él las llama por su nombre y ellas entienden, es esta la bonita comparación, somos sus ovejas, pero cada una con su propia individualidad, con su propio nombre, porque el amor no es masivo, porque el amor no es anónimo, el amor tiene nombre, Jesús y tu”. “El amor es tan grande que siempre alcanza para otros. Dios nos regaló que con su espíritu santo también nuestro amor sea inagotable”.
“Hoy muchachos tienen la oportunidad de amar, este día, este domingo, este año 2024, porque el amor es contemporáneo, es siempre actual, eso es lo que celebramos”.
También ese domingo se celebró la Jornada Mundial de las vocaciones, y ante ello, Monseñor aprovechó para compartirle a los jóvenes la importancia de responder al llamado de Dios: “Yo tengo vocación, Dios está hablando, ven caminemos juntos, ven juntos hay que amar, ven juntos hay que ir al cielo. Y por eso toda vocación es buena, es grande, es santa. Pero para cada uno el Señor tiene un llamado individualizado, si dije que el amor tiene nombre, la vocación también tiene nombre propio, el Señor te llama a ti, y tú tienes una vocación distinta, parecida pero muy personal”.
El Padre Reynaldo Díaz, Coordinador del Departamento de Pastoral Juvenil de Monterrey, tomó la palabra para agradecer a Don Rogelio y a todos los involucrados en la organización del evento. Asimismo en el mismo ambiente de gratitud, el Padre invitó a Kike, Martha, Liz y Sara, 4 chicos que finalizaron su participación en el equipo diocesano de la pastoral después de algunos años de servicio, quienes invitaron a todos a seguir caminando juntos en la Pastora Juvenil.
Antes de brindar la bendición Monseñor Rogelio, como un gesto de buen pastor, también dió un último mensaje de agradecimiento: “La Santa Misa llamada también llamada Eucaristía, es la escuela del agradecimiento, aquí aprendemos a decirle gracias a Dios, pero también gracias a todas las personas, gracias muchachos y muchachas por estar aquí con nosotros, porque ante todo nos hemos reunido en nombre de Cristo, con Jesús el Buen Pastor, aprendiendo de Él amar con todo el corazón, con todo el alma, con todas las fuerzas … ustedes son aquí embajadores de todos los jóvenes de Monterrey”.