El Espíritu Santo es la “Tercera Persona de la Santísima Trinidad”. Existe un sólo Dios, pero en Él habitan tres personas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Según el catecismo de la iglesia católica
Por fe, los católicos creemos que la Santísima Trinidad es una. Creemos en un sólo Dios que habita en tres Personas distintas. Pero eso no significa que Dios esté dividido en tres. Una manera más sencilla de entender el misterio de la Santísima Trinidad, es aceptarlo sin cuestionar, ya que este es uno de los mayores misterios de la fe católica.
A través del Bautismo, todos somos templo del Espíritu Santo y su Gracia habita en nosotros. (Mt 28, 19)
Pidamos al Espíritu Santo que nos ilumine a través de sus siete dones, de igual manera conocerlo y amarlo más profundamente, para permanecer en su Gracia divina y afrontar las adversidades de una manera más fácil y espiritual.
“Por el Espíritu Santo se nos concede de nuevo la entrada en el paraíso, la posesión del reino de los cielos, la recuperación de la adopción de hijos: se nos da la confianza de invocar a Dios como Padre, la participación de la gracia de Cristo, el podernos llamar hijos de la luz, el compartir la gloria eterna”. San Basilio Magno