Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 26 de junio del 2021
Durante la Santa Misa Dominical, celebrada en la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López entregó dos condecoraciones de parte del Papa Francisco a los dos fíeles laicos integrantes de esta Iglesia diocesana.
El Santo Padre dispuso que a Rodolfo García García la condecoración pontificia MEDALLA PRO ECCLESIA ET PONTIFICE.
Y a Don Eduardo Servand Guerra Sepúlveda la condecoración CABALLERO DE LA ORDEN DE SAN GREGORIO MAGNO.
Durante la homilía Mons. Rogelio Cabrera López se refirió e estas distinciones otorgadas por el Papa Francisco.
“Agradezco la presencia de dos hermanos fíeles laicos a quienes hoy entregaremos una condecoración de parte del Papa Francisco a Don Rodolfo García y a Don Eduardo Guerra”.
“Quiero invitar a sus amigos y sus familiares a pedir por ellos a Rodolfo el Papa lo distingue a través de una condecoración que se llama En favor de la Iglesia y del Pontífice y a Eduardo el Santo Padre lo hace entrar a la orden Ecuestre de San Gregorio Magno”.
“Todo esto para vivir en comunión, porque nosotros como creyentes, como miembros de la Iglesia Católica estamos llamados a vivir siempre en comunión con el Santo Padre”.
MEDALLA PRO ECCLESIA ET PONTIFICE
La cruz Pro Ecclesia et Pontifice (en español, Por la Iglesia y por el Papa es una condecoración papal. El es conferida a quienes hayan demostrado un largo y excepcional servicio a la Iglesia católica o al Papa.
CABALLERO DE LA ORDEN DE SAN GREGORIO MAGNO
La Orden de San Gregorio Magno o el Grande es una de las cinco Órdenes de Caballería de la Santa Sede. Este honor especial se otorga a hombres y mujeres de la Iglesia católica Iglesia Católica (y, a veces, en casos raros a los no católicos ) en reconocimiento a su servicio personal a la Santa Sede y a la Iglesia católica, a través de sus labores habituales, su apoyo de la Santa Sede, y sus excelentes ejemplos expuestos en sus comunidades y sus países.
DON RODOLFO GARCÍA GARCÍA
Vecino de la Colonia Independencia en Monterrey, N.L., don Rodolfo ha dedicado su vida al apostolado y la oración, especialmente venerando el Santísimo Sacramento.
Así, ha buscado, según el espíritu del Concilio Vaticano II, la edificación de la Iglesia y la implantación del Reino de Dios en medio de la comunidad desde su condición de laico.
Este reconocimiento, personal para él, es también para todos aquellos laicos que día a día llevan la buena nueva a sus hogares, trabajos, escuelas… a todos los lugares de nuestra sociedad en conformidad a la misión que Dios les ha dado.
EDUARDO SERVANDO GUERRA SEPÚLVEDA
Abogado de profesión, la dignidad conferida al Lic. Guerra Sepúlveda muestra que todos podemos, con nuestra ciencia y preparación, servir al bien de la Iglesia y a su cuidado.
Don Eduardo ha servido a nuestra comunidad e Iglesia local con su servicio profesional, que se ha convertido en un apostolado, acompañando en todos los asuntos jurídicos a nuestra Arquidiócesis. Además, escuchando la voz del Santo Padre, se ha comprometido en la tutela de los menores y adultos vulnerables asesorando al Arzobispo en este tema.
Sea, pues, esta dignidad conferida a él, una invitación a que todos sirvamos con nuestros dones y capacidades a la instauración del Reino de Dios.