Por Debany Valdés
Monterrey, N.L. (www.pastoralsiglo21.org).- 05 de junio 2020.
Ayer se llevó a cabo la celebración eucarística por la fiesta de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote presidida por Mons. Rogelio Cabrera López en la Catedral de Monterrey la cual también se sumó a las intenciones de la misa por la conmemoración de los 187 años en que se consagró la Catedral.
Mons. Rogelio refiere que el festejo por su consagración como Obispo se llevó a cabo hace 24 años, precisamente en la celebración de Jesús Eterno y Sumo Sacerdote; por ello también el Año Sacerdotal Jubilar que ha propuesto se clausurará en el mes de mayo del próximo año cuando se lleve a cabo esta solemnidad.
El Arzobispo de Monterrey compartió en la Homilía la conexión de las celebraciones: “La Catedral es el lugar donde el Obispo Santifica al Pueblo de Dios”; especifica tres formas por cuales los sacerdotes contribuyen a llevar esta misión:
1.- Por la Palabra de Dios con la predicación del Evangelio
2.- Por la Caridad, animando a vivir una vida recta digna para su vocación.
3.- De forma especial, por el sacramento de la Eucaristía “porque Cristo se hace presente de modo real.”
“Nosotros los presbíteros, los obispos participamos de ese Sacerdocio Incomparable, por pura Bondad de Cristo” comenta Don Rogelio; reflexiona dos de las acciones sacerdotales que Cristo enseñó con la institución de la Eucaristía: Ser agradecidos continuamente con el Señor y vivir el sentimiento de comunión, compartiendo el pan eucarístico y el pan cotidiano con todos.