Por Juan Pablo Vázquez Rodríguez
Monterrey, N.L., (www.pastoralsiglo21.org).- 28 de mayo 2018. De los creadores de “Desesperados por llegar”, les presentamos “Varados en la carretera 57, y sin café”. Es una manera de expresar amablemente la “aventura”, de nuestros Obispos en carretera.
El pasado jueves 24 de Mayo el Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio. Cabrera y sus Obispos Auxiliares, acompañados de Mons. Gustavo Rodríguez, Arzobispo de Yucatán, salieron a las 5 madrugada de Monterrey rumbo a Matehuala, S.L.P., a la Toma de Posesión y Consagración de Mons. Margarito Salazar, sacerdote originario del clero de Matamoros, quien fue designado como tercer obispo de esta Iglesia Potosina, la cual estaba sin Obispo desde el 9 de abril del 2016.
Es una costumbre fraterna, acompañar a los hermanos Obispos en los momentos importantes, esto implica, grandes sacrificios dentro de una apretada agenda pastoral, desvelos y prisas, pero lo hacen con gusto y alegría.
Un trayecto que normalmente se realizaría en 4 horas a Matehuala, se convirtió para los Obispos en un trayecto del doble de tiempo, debido a que se quedaron varados en la carretera, en una fila de más de 5 kilometros, esperando a que la circuación avanzara, debido a mejoras en la carretera.
A pesar de ello, los Obispos alcanzaron a llegar a la celebración eucarística, programada a las 12 del medio día, con unos minutos de retraso.
Ese día jueves, celebramos en la Iglesia la festividad de Jesús Sumo y Eterno Sacerdote, estamos seguros que los queridos Obispos, aprovecharan el tiempo para orar, rezar la Liturgia de las horas, el Rosario y compartir compartir la fraternidad sacerdotal y experiencias en esas horas de espera en la carretera.
Al dirigirse a Matehuala, los Obispos se percataron que en los carriles de regreso había el mismo problema, lo que les tomaría otras 8 horas de regreso después de la Santa Misa, por lo que optaron por regresar por la otra carretera , San Roberto e Iturbide, un trayecto de 6 horas y llegar alrededor de las 10 de la noche a Monterrey.
Fue sin duda alguna, un día pesado en carretera, pero también de crecimiento en la amistad, seguramente también ofrecido por sus fieles, en el día de Jesús Sumo y Eterno Sacerdote.
Oremos por nuestros pastores para que Dios les dé la fortaleza y vitalidad en sus múltiples responsabilidades y tareas pastorales.