Este viernes 16 de febrero, en la Universidad de Monterrey, se llevó a cabo la presentación del libro la Teología de la Migración, del Padre Daniel Groody, C.S.C., donde estuvo como invitado el Arzobispo de Monterrey.
En su participaron Monseñor Rogelio Cabrera, resaltó la importancia de las narrativas en torno a los migrantes.
“La bendición es hablar bien, es necesario aprender hablar bien de los demás. En una ocasión me preguntó un periodista. <<¿Usted qué cree que sea lo más importante en la comunicación hoy?>>, le dije, <<una sola, hablar bien de los migrantes>>, por el contrario, la maldición es hablar con mentiras, hablar mal de alguien”.
“No tenemos derecho a hablar mal de nadie, y esto creo que es nuestro deber como seres humanos, como creyentes, saber mirar la bondad de cada persona, su rostro, independientemente de medidas morales o como se de la métrica, nuestra forma de ser debe ser siempre de bendición, no de maldición, no de censura no hablar mal de nadie”, añadió.
Monseñor Rogelio, compartió además, sobre la difícil situación de violencia que enfrentan los hermanos que migran por nuestro país.
“Ahora me toca en este momento ser administrador apostólico en la frontera, en la diócesis de Nuevo Laredo, acabo de llegar el Ciudad Mier, Nueva Guerrero, Miguel Alemán, ya saben, es una zona caliente, peligrosa, no podemos olvidar, desgraciadamente que el camino del migrante está encapsulado en la violencia, desgraciadamente y que esto hace mucho más complejo, entiendo y me duele mucho queMéxico no pueda ser hacer un corredor amable, que tengamos que ser parte del suplicio para tanta gente que camina en nuestras ciudades”.
Monseñor Cabrera, resaltó el valor de cada persona migrante y la importancia de la migración para la Iglesia.
“La vida de cada persona es también una Eucaristía, aunque la misa termina siempre con un “Ite missa est” (vayan) no es para decir que ha terminado, sino que haber participado te me empuja a salir”. Lo que el Papa Francisco ha insistido <<yo sueño con una iglesia misionera>>, <<de puertas abiertas>> <<una iglesia migrante que se mueve, que va, que no es una sala de espera>>, sino un punto de ánimo, es un oasis para seguir caminando”.
“La migración es el asunto prioritario de la Iglesia Católica. Esto está muy claro desde siempre, pero con el Papa Francisco ha sido claramente señalada, no podemos no atender esta realidad en nuestro país, en nuestra iglesia, es un tema que aparece en todo, está siempre presente y en la Conferencia del Episcopado Mexicano tratamos de responder a este desafío”.
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