Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org) 17 de diciembre del 2018.- Por ser contraria al Evangelio, el Papa Francisco continúa su apoyo para abolir la pena de muerte, así como la cadena perpetua, pues impide la posibilidad de una redención moral y existencial.
El Santo Padre recibió en una audiencia a los miembros de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte a quienes señaló que la pena de muerte es contraria al Evangelio “porque implica suprimir una vida que es siempre sagrada a los ojos del Creador y de la cual solo Dios es verdadero juez y garante”.
“Cada vida es sagrada y la dignidad humana debe ser custodiada sin excepciones”, reiteró.
La nueva redacción del n. 2267 del Catecismo de la Iglesia Católica, en la que se declara “inadmisible” la pena de muerte, en cualquier caso, “implica asumir también nuestra responsabilidad sobre el pasado y reconocer que la aceptación de esa forma de castigo fue consecuencia de una mentalidad de la época, más legalista que cristiana, que sacralizó el valor de leyes carentes de humanidad y misericordia”.
La modificación del Catecismo no implica contradicción alguna con la enseñanza del pasado, añadió, pues la Iglesia siempre ha defendido la dignidad de la vida humana.