Monterrey, N. L. (www.pastoralsiglo21.org) 4 de febrero del 2016.- De una manera especial, en febrero en nuestra arquidiócesis se pide por los jóvenes que se forman en el Seminario y también por las vocaciones, dijo hoy en rueda de prensa Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey.
Actualmente, la Arquidiócesis tiene 436 sacerdotes; además de otros 25 que, siendo religiosos, pertenecen a nuestra diócesis y cerca de 236 consagrados y religiosos, sin embargo, no es posible atender tantas necesidades dado el crecimiento que tiene nuestra Arquidiócesis, por eso se pide ayuda.
Todos saben que hoy educar es más costoso, explicó, se requiere mayor calidad de profesores, instrumentos didácticos y el acompañamiento psicológico y espiritual de todos y de manera especial a quienes quieren ser sacerdotes. Todo esto encarece la vida del Seminario y por eso pedimos la cooperación de los fieles. Sabemos que todos quieren al Seminario y por eso con mucho respeto les pedimos su cooperación.
“Será durante los próximos fines de semana que los seminaristas visitarán las parroquias de la Arquidiócesis para invitar a los fieles a orar por su vocación, motivando particularmente a los jóvenes para iniciar un proceso de discernimiento vocacional. Así como el invitar a la comunidad a colaborar económicamente en el sostenimiento de nuestro Seminario”, dijo.
De la misma manera, jóvenes y familias de nuestros grupos apostólicos, realizarán una colecta en diversos puntos, para que los muchachos puedan saludar en la calle a la gente que transita en los cruceros de la ciudad y si alguno desea y quiere colaborar, que lo haga con libertad. El objetivo más importante es que los seminaristas puedan saludar a las personas.
Mons. Rogelio habló de la importancia de que las familias de los jóvenes que sienten el llamado y pidió dejarlos en libertad, promover la libertad de espíritu de los hijos siempre que las decisiones sean lo mejor para ellos.
“Yo sé que algún papá o mamá, por un egoísmo muy natural y comprensible, tampoco negativo, quieren que sus hijos permanezcan en casa. Yo les aseguro a los papás que nunca estarán solos. Y que los sacerdotes y religiosas son el mejor apoyo para la familia”, dijo.
Por Rocío Díaz