En el marco del décimo aniversario del Museo Arquidiocesano de Arte Sacro, Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, compartió un enriquecedor mensaje en el que destacó la importancia de la belleza en el arte sacro y su función como vía para acercarse a Dios, además de su impacto en la comunidad y la cultura.
El evento, celebrado con motivo de esta significativa fecha, congregó a fieles, artistas e integrantes de la comunidad cultural para reflexionar sobre el papel que el museo ha desempeñado a lo largo de los años. Monseñor Cabrera López expresó que el museo no solo se ha consolidado como un espacio para la preservación del patrimonio religioso, sino también como un instrumento formativo y de evangelización para la comunidad.
“Un museo como el nuestro es algo así como itinerante, en el sentido de que quiere ser una instrucción, una catequesis para la gente sobre un patrimonio que no necesariamente es nuestro, sino que nos lo facilitan para poder brindar este servicio a la comunidad”, señaló el Arzobispo.
𝐀𝐫𝐭𝐞, 𝐅𝐞 𝐲 𝐂𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐚 𝐚𝐥 𝐒𝐞𝐫𝐯𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝
En su intervención, Monseñor Cabrera López destacó cómo el museo ha sido un reflejo de los momentos históricos más importantes de la Iglesia Católica, alineándose con eventos como los años jubilares, el Año de la Misericordia y el Año de la Fe. Estos momentos, según el Arzobispo, brindan una oportunidad única para aprovechar la ocasión y presentar obras de arte que, independientemente de su valor, logran comunicar un mensaje profundo de fe y reflexión.
“Esto nos permite aprovechar esas circunstancias para que también las obras de arte, de más o menos valor, según lo que se quiera catalogar, digan a las personas: ‘Mira cómo se plasma el arte en un museo’”, explicó Monseñor Cabrera López.
El Arzobispo también resaltó la relación entre la belleza y la espiritualidad, citando al Papa San Juan Pablo II, quien afirmaba que “hay una vía para encontrarse con Dios, y es la vía de la belleza”. En este contexto, Monseñor Rogelio subrayó que el arte sacro tiene una función primordial de acercar al ser humano a lo divino a través de la contemplación de lo bello.
𝐄𝐥 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐫𝐨𝐦𝐢𝐬𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐞𝐥 𝐄𝐦𝐛𝐞𝐥𝐥𝐞𝐜𝐢𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐂𝐢𝐮𝐝𝐚𝐝 𝐲 𝐥𝐚 𝐂𝐮𝐥𝐭𝐮𝐫𝐚
Monseñor Cabrera López aprovechó la ocasión para reflexionar sobre la importancia de la belleza en la sociedad y su conexión con el bienestar común. Afirmó que, en una época caracterizada por una visión pragmática, la promoción de la belleza a través del arte y la cultura se convierte en un factor esencial para el crecimiento integral de la comunidad.
“El arte, el buen pensar, el buen decir… en esta crisis cultural y social, es importante asumir esta realidad. Una ciudad fea hace a la gente fea, y los grandes gobernantes siempre han luchado por embellecer una ciudad”, manifestó el Arzobispo, subrayando que un entorno embellecido contribuye no solo al bienestar estético, sino también al desarrollo moral y ético de los ciudadanos.
𝐔𝐧 𝐋𝐥𝐚𝐦𝐚𝐝𝐨 𝐚 𝐥𝐨𝐬 𝐆𝐨𝐛𝐞𝐫𝐧𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐲 𝐥𝐚 𝐂𝐨𝐦𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝
El mensaje de Monseñor Cabrera López también incluyó un llamado a los gobernantes y autoridades locales para que inviertan más en el embellecimiento de la ciudad, enfatizando que esto no solo es un beneficio para la comunidad, sino que también representa un valor económico significativo.
“Siempre debemos animar a nuestros gobernantes a que inviertan en el embellecimiento de la ciudad, porque termina siendo un tesoro para la gente, incluso un tesoro financiero. Pensemos, por ejemplo, en todo lo que hicieron los papas, un patrimonio que embelleció la ciudad de Roma”, reflexionó el Arzobispo, quien también destacó el legado cultural de las grandes civilizaciones, como la griega y la del Medio Oriente, que siempre buscaron embellecer sus ciudades como un acto de civilización.
𝐄𝐥 𝐌𝐮𝐬𝐞𝐨, 𝐮𝐧 𝐄𝐬𝐩𝐚𝐜𝐢𝐨 𝐝𝐞 𝐓𝐫𝐚𝐧𝐬𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐈𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫
Finalmente, Monseñor Cabrera López cerró su intervención destacando el propósito transformador del Museo Arquidiocesano de Arte Sacro. “Nuestro museo se suma al esfuerzo de tocar el interior de las personas, para hacernos más bellos interiormente. No se trata solo de observar el arte, sino de permitir que ese arte nos transforme y nos acerque a Dios”, concluyó.
Este mensaje subraya no solo el compromiso de la Iglesia con la preservación del patrimonio religioso, sino también su misión de utilizar el arte como una herramienta de evangelización, formación y transformación de la sociedad.
El Museo Arquidiocesano de Arte Sacro continúa siendo un pilar fundamental en Monterrey, ofreciendo a los visitantes no solo una mirada al arte religioso, sino también una invitación a reflexionar sobre la belleza, la fe y el compromiso con una sociedad más justa y espiritual.