Un encuentro de fe y esperanza en honor a la Virgen María
La Arquidiócesis de Monterrey llevó a cabo la Segunda Jornada Mariana Guadalupana el pasado sábado 8 de marzo, un evento de reflexión y devoción que reunió a fieles y especialistas en mariología. Bajo el lema La casita sagrada, lugar de fe y esperanza, la jornada destacó la importancia de la Virgen María en la vida de la Iglesia y su papel en la evangelización.
La bienvenida estuvo a cargo del Pbro. David Jasso, Provicario Episcopal de la Vicaría de Pastoral, quien destacó la relevancia de este evento en el camino pastoral de la arquidiócesis. En sus palabras, recordó la presencia de cuatro importantes advocaciones marianas en la ciudad: la Virgen del Roble, la Purísima, Nuestra Señora de Monterrey y Nuestra Señora de Guadalupe, todas coronadas pontificiamente.
Un día de reflexión y devoción
El evento incluyó dos conferencias magistrales. La primera, titulada Encarnación y evangelización desde el Acontecimiento Guadalupano, fue impartida por el Pbro. Dr. Osvaldo Sánchez.
Posteriormente, el Fray Stefano Cecchin, O.F.M., presidente de la Pontificia Academia Mariana Internacional (PAMI) y doctor en mariología, ofreció la segunda conferencia bajo el tema María y la esperanza, resaltando el papel de la Virgen como guía en tiempos de incertidumbre.
Además, Fray Marco Mendoza, O.F.M., secretario de la PAMI, presentó el trabajo de esta institución y su misión en el estudio y promoción de la devoción mariana a nivel mundial.
La jornada también contó con la presentación de la Novena Intercontinental Guadalupana, a cargo de la Lic. Eva Sánchez, miembro del Comité Técnico de la NIG, así como con una exposición sobre el Apostolado de Evangelización Guadalupana (APEG) y su labor en la difusión del mensaje guadalupano.
Celebración Eucarística y mensaje del Arzobispo
Uno de los momentos más esperados fue la Santa Misa, presidida por Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey, quien en su homilía resaltó la importancia de la Virgen María en la vida de la Iglesia y su cercanía con los fieles.
“En Monterrey tenemos la bendición de contar con tres basílicas marianas: la Basílica de la Purísima, la Basílica del Roble y la Basílica de Guadalupe. Además, nuestra Catedral Metropolitana es hogar de la imagen de Nuestra Señora de Monterrey. Todas ellas nos recuerdan el amor maternal de María y su intercesión en nuestra vida cotidiana”, expresó Mons. Cabrera López.
Monseñor Cabrera López también destacó la coincidencia de la jornada con el Día Internacional de la Mujer, subrayando el papel de la Virgen como modelo de dignidad y esperanza para todas las mujeres.
Una tradición en crecimiento
La Segunda Jornada Mariana Guadalupana representó un paso más en la consolidación de este encuentro anual de fe, iniciado en agosto del año pasado. Con la vista puesta en el Año Jubilar de la Encarnación 2025 y en la celebración de los 500 años del Acontecimiento Guadalupano en 2031, los organizadores esperan que esta iniciativa continúe creciendo y fortaleciendo la devoción mariana en la región.
Los asistentes destacaron la riqueza espiritual del evento y la importancia de seguir profundizando en la figura de María como modelo de fe y esperanza. Sin duda, esta jornada ha dejado una huella significativa en la comunidad católica de Monterrey, reafirmando su amor a la Virgen y con la misión evangelizadora.