El Arzobispo de Monterrey, Mons. Rogelio Cabrera López, presentó esta mañana su décima Carta Pastoral titulada “Y Acampó entre Nosotros”, un mensaje que enmarca el inicio del Año Jubilar de la Encarnación 2025, convocado por el Papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de esperanza”. A través de sus redes sociales, el prelado dio a conocer el contenido de este importante documento, dirigido a toda la comunidad católica y enfocado en renovar la fe, la esperanza y el compromiso pastoral en un mundo marcado por retos sociales, espirituales y culturales.
La Carta Pastoral, que toma como eje central el versículo del Evangelio de San Juan: “Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros” (Juan 1,14), reflexiona sobre la cercanía de Dios y su presencia transformadora en la vida cotidiana. Mons. Cabrera subrayó que esta frase simboliza el corazón del cristianismo: “Dios no se mantuvo distante; se acercó a nuestra humanidad, tomó forma humana y eligió habitar entre nosotros con humildad y amor”.
UNA IGLESIA PEREGRINA Y CERCANA
El documento hace un llamado a las parroquias y comunidades de la Arquidiócesis de Monterrey a vivir el Jubileo con espíritu de peregrinación, invitando a redescubrir la presencia de Dios tanto en los sacramentos como en la vida diaria, especialmente en los más vulnerables. Mons. Cabrera destacó la importancia de “acampar” junto a las periferias existenciales, acompañando a migrantes, indigentes, enfermos y quienes padecen exclusión social.
“Dios está presente en lo sencillo: en las calles, en nuestras colonias, en las alegrías y en los desafíos. Como Iglesia, estamos llamados a ser una ‘tienda de encuentro’ donde todos se sientan acogidos y escuchados”, expresó el Arzobispo.
UN MENSAJE DE ESPERANZA EN TIEMPOS DE CAMBIO
El Año Jubilar se celebra en un contexto global y local lleno de contrastes, con luces como el respeto por los derechos humanos y sombras como la violencia y las secuelas de la postpandemia. En este sentido, la Carta Pastoral propone caminos de esperanza, señalando la necesidad de fortalecer la escucha, el diálogo y la acción comunitaria.
Además, el Arzobispo hizo un especial reconocimiento al espíritu solidario de la sociedad neoleonesa: “Nuestra tierra se distingue por su compromiso con las obras de misericordia. Sigamos construyendo una cultura de hospitalidad y cuidado, con proyectos concretos que incluyan a todos, especialmente a los más necesitados”.
ACCIONES PARA VIVIR EL JUBILEO
Entre las recomendaciones pastorales, Mons. Cabrera López invitó a la comunidad a:
-Leer y meditar el prólogo del Evangelio de San Juan durante las celebraciones litúrgicas del 2025.
-Realizar peregrinaciones a la Catedral Metropolitana, basílicas y santuarios diocesanos, destacando el Santuario Sacerdotal del Sagrado Corazón como destino especial de oración por las vocaciones.
-Impulsar la misión evangelizadora a través del servicio, la escucha activa y la promoción de una “cultura del encuentro”.
COMPROMISO CON UNA IGLESIA EN SINODALIDAD
La Carta también resalta la continuidad del proceso sinodal, promovido por el Papa Francisco, y el llamado a caminar juntos como comunidad de fe. Mons. Cabrera concluyó su mensaje recordando que este Jubileo no solo celebra la Encarnación de Jesús, sino que también nos invita a redescubrirlo en cada rostro humano: “Él está con nosotros, no solo en los templos, sino en las periferias, en nuestras relaciones y en el compromiso de construir un mundo más justo y solidario”.
Las propuestas pastorales comenzarán a implementarse en las comunidades en los próximos días. Este Año Jubilar promete ser un tiempo de renovación espiritual y pastoral para toda la Arquidiócesis de Monterrey.