𝐌𝐨𝐧𝐬𝐞𝐧̃𝐨𝐫 𝐉𝐮𝐚𝐧 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐭𝐨𝐦𝐚 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐝𝐢𝐨́𝐜𝐞𝐬𝐢𝐬 𝐝𝐞 𝐓𝐚𝐜𝐚́𝐦𝐛𝐚𝐫𝐨
Este martes 20 de agosto, se llevó a cabo la Santa Misa de inicio del ministerio Episcopal de Monseñor Juan Carlos Arcq Guzmán, en la diócesis de Tacámbaro.
Una gran celebración para estas tierras Michoacanas, en la que participaron fieles de la localidad, consagrados y sacerdotes que realizan su servicio en esta diócesis y amigos, familiares venidos de Monterrey para despedir a Monseñor Juan Carlos.
Después de haberse leído las letras apostólicas en el que se nombra Obispo de Tacámbaro a Monseñor Arcq y de tomar posesión de la Cátedra, el Nuncio Apostólico en la homilía, agradeció a la Iglesia de Tacámbaro “por su paciente espera en espíritu de oración”, hasta recibir con gozo a su nuevo Obispo.
Posteriormente, dijo: “Monseñor Juan Carlos, usted va a encontrar una Iglesia viva aquí en Tacámbaro, unos fieles laicos convencidos de su fe, movimientos y grupos eclesiales dedicados a la formación cristiana y también al apostolado”.
“Ellos colaboran con las religiosas, tan numerosas en esta diócesis, con los sacerdotes y seminaristas para ser un testimonio de caridad cristiana efectiva”, añadió Monseñor Joseph Spiteri.
Antes de concluir la Solemne Liturgia, el nuevo Obispo de Tacámbaro, dirigió un mensaje a la comunidad, en el que manifestó su sentir por este importante llamado.
“En este momento brota de mi corazón un cántico de alabanza y agradecimiento con el que el Espíritu, inspiró a la joven María, a quien al ser llamada y enviada a una misión que superaba toda capacidad y posibilidad humana, bendecía a Dios diciendo: <<Proclama mi alma la grandeza del Señor y mi espíritu se goza en Dios mi Salvado, porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava”.
“Desde el momento en que en mi juventud me encontré con Cristo Resucitado y con el inmediato llamado al servicio de coordinación de un grupo parroquial, he experimentado su presencia que me acompaña y envía siempre a nuevos retos; así como una experiencia de gracia viví también el llamado al seminario y luego al presbiterado y al episcopado, para ejercer el ministerio sacerdotal, cada vez que el Señor me sorprende con un nuevo llamado, como lo ha hecho ahora nuevamente, experimentó al mismo tiempo el estremecimiento por la conciencia de mis límites y su consuelo, así como la exhortación que me hace a confiar en su presencia y que para él nada es imposible”, añadió.
“Me siento muy agradecido con el Señor, porque en estos 57 años de vida y ministerio en la Arquidiócesis Monterrey (cuatro de ellos en la diócesis San Cristóbal de las Casas), soy testigo de que su misericordia, alcanza de generación en generación a los que le teme, misericordia que ha experimentado en el amor y la fe que recibí de mi familia, de mis hermanos aquí presentes, padres, de todos mis catequistas, religiosas, de mis jóvenes compañeros de los grupos parroquiales y movimientos, de mis compañeros seminaristas, formadores y muchos otros hermanos presbíteros y obispos que me acompañaron, representados por quienes han venido en este día acompañarme en este momento de gracia”.
LA NUEVA DIÓCESIS DE MONSEÑOR JUAN CARLOS
El nuevo Obispo de Tacámbaro compartió varios pensamientos en torno a la nueva Iglesia que le toca pastorear, compartimos algunos de ellos:
“He leído la apasionante historia de salvación de más de 100 años de esta diócesis de Tacámbaro, historia que han vivido y construido, incluso con el martirio, un ejército incontable de fieles laicos, personas consagradas y ministros ordenados, que todos con un espíritu misionero y un fiel amor a la iglesia”.
“Deseo sumarme al camino que han recorrido, sí quiero; y así es la pedagogía del evangelio que me invita a enculturarme en la historia remota y reciente de esta diócesis, siendo fiel a las mociones que el espíritu ha suscitado en las asambleas y en su Plan de Pastoral”.
“Antes de ser ordenado obispo, lo único que le pedí al Señor y pido ahora nuevamente es la unción del Espíritu, la pido para mí, la pido para toda la iglesia de Tacámbaro”.
Visto por: 400