Durante la celebración de la Santa Misa dominical en la Catedral, el Arzobispo de Monterrey realizó la entrega de condecoraciones Papales a cinco laicos de nuestra Arquidiócesis.
Las condecoraciones Pontificias o Papales son órdenes honoríficas que el Santo Padre confiere a personas de vida intachables y que han promovido de alguna forma los intereses de la sociedad y sus necesidades, así como los intereses evangelizadores de la Iglesia católica y de la Santa Sede.
La investidura como Caballero o dama de la pontificia orden ecuestre de San Gregorio Magno es un honor especial que se otorga a hombres y mujeres de la Iglesia Católica en reconocimiento a su servicio personal y a la Santa Sede y a la Iglesia en general a través de sus labores habituales, y excelentes ejemplos expuestos en sus comunidades y sus países.
La condecoración de San Gregorio Magno fue entregada a:
El Ing. Ricardo José Garza Rodríguez, por su compromiso con los hermanos migrantes tanto en su comunidad parroquial como en la Arquidiócesis, siendo consejero de asuntos económicos y ministro extraordinario de la comunión.
También fue entregada a Ramiro Trinidad Stafford, por su testimonio como empresario cristiano, preocupado por el desarrollo humano y el crecimiento de una comunidad religiosa, además ha servido incondicionalmente como consejero de nuestra Arquidiócesis.
La investidura como dama de San Gregorio Magno fue entregada a Ivonne Margarita Vargas de Zorrilla, por su testimonio como cristiana y su contribución en la edificación de varias Iglesias parroquiales, haciendo siempre hincapié de una capilla digna del santísimo Sacramento. Ha realizado inmensas obras de caridad buscando permanecer siempre en el anonimato.
La Condecoración Cruz Pro Ecclesia e Pontifice, (Por la Iglesia y por el Papa), la cual es conferida a quienes hayan demostrado un largo y excepcional servicio y fidelidad a la Iglesia Católica y el Papa fue. Entregada a María Mercedes Jaime Treviño, por su servicio y compromiso a lo largo de muchos años como una de las principales agentes de la Pastoral Penitenciaria en nuestra Arquidiócesis, acompañando a población de los penales del Estado de Nuevo León, así como a sus familias y al personal en el que ellos laboran. Formando ademas parte de consejo Nuevo León teniendo personal interés en el reconocimiento de los derechos humanos.
También, fue entregada a María de Jesús Ubario Ramos, por su apostolado incansable en la zona poniente de nuestra ciudad, en una realidad marcada por la pobreza y la violencia, en su parroquia es una referente en la procuración de fondos y trabajo pastoral.