En el inicio de la Semana Santa, el Arzobispo de Monterrey ha dirigido un mensaje a la comunidad, invitando a vivir este tiempo litúrgico con profundidad, fe y esperanza. “Este día marca el inicio de un camino profundo: el camino de la cruz”, expresó, subrayando que en él, Cristo revela el rostro más bello de Dios, el que se entrega por amor.
En un contexto marcado por la superficialidad y la inmediatez, el Arzobispo llamó a detenerse y contemplar “el misterio del amor verdadero”. Destacó que cada celebración de estos días santos toca el alma de manera particular, y explicó el significado de cada jornada, desde el Miércoles Santo hasta el Domingo de Resurrección.
El Miércoles Santo, los sacerdotes de la Arquidiócesis, junto con los Obispos auxiliares y el propio Arzobispo, participarán en un retiro espiritual en el que renovarán sus promesas sacerdotales y se bendecirán los santos óleos. La comunidad está invitada a asistir a la Misa Crismal que se celebrará a las 12:00 del mediodía en la Basílica del Roble.
Asimismo, recordó que el Jueves Santo es una oportunidad para redescubrir el valor del servicio y la entrega eucarística; el Viernes Santo, una ocasión para unirnos al sufrimiento de Cristo y del mundo; y el Sábado Santo, un tiempo de silencio y esperanza junto a la Virgen María.
Finalmente, la Vigilia Pascual y el Domingo de Resurrección nos llenan de alegría, al proclamar que “la muerte ha sido vencida”.
El Arzobispo animó a los fieles a no vivir esta Semana Santa como simples espectadores, sino como verdaderos discípulos que caminan junto a Jesús. Invitó también a participar en las celebraciones litúrgicas, a recibir el sacramento de la Reconciliación y a tener gestos concretos de amor fraterno y solidaridad, especialmente con quienes más sufren.
En su mensaje, pidió encomendar a los jóvenes y familias misioneras que estarán compartiendo la fe en distintas comunidades del estado, y extendió una recomendación a quienes viajarán durante estos días, para que lo hagan con responsabilidad y sin dejar de lado la vivencia espiritual.