Te puede sorprender el cambio que producirá en ti el tiempo que pases en la adoración Eucarística, este puede cambiarte de estas diez maneras:
- Incrementa tu sentido de asombro y maravilla
En el interior de la capilla, en silencio y frente al esplendor de la custodia, se encuentra presente el único y verdadero Jesucristo: en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Cuanto más tiempo compartes frente a Él, te darás cuenta que la única respuesta a todo, es la admiración y el asombro ante la grandeza de nuestro Dios.
- Sentirás la paz en otras áreas de su vida
Jesús dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14, 27). La paz que podemos experimentar en la adoración, es mucho más que el silenció y la tranquilidad: nos llena de una paz interior que afecta a todas las áreas de nuestra vida. No significa que todo será perfecto, pero la paz de Cristo nos hace tener la certeza de que las tormentas de la vida no nos harán naufragar.
- Comenzaras a observar lo que antes no percibías
Jesús nos dijo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 13, 34). Pasar tiempo alabando y adorando a Dios te abrirá los ojos para poder mirar más allá de tus propias preocupaciones y ver las necesidades de los demás.
- La fe es más que sentir bonito
Habrá momentos en los que no sentirás nada glorioso, estarás distraído y tu mente comenzará a divagar. Con tu perseverancia Dios seguirá trabajando en ti y convirtiendo tu corazón. Dios hecho hombre entra en todas nuestras tensiones, miedos, problemas y también en el aburrimiento. La adoración es un continuo volver a Él, cada vez que nuestra mente divaga.
- A pesar de que te cueste, estarás entusiasmado por ir
Estando delante de Jesús descubriremos que nos ama y que quiere pasar tiempo con nosotros, de esa forma ya no habrá ninguna excusa que te impida ir. Si la adoración alguna vez se sintió como un deber, luego se convertirá en un acto de amor, en una necesidad; no solo por las cosas que podemos obtener, sino porque fuimos creados para adorar.
- La Gracia entrará en tu vida
Un pequeño momento en presencia del Señor hace una gran diferencia en el resto de tu vida. Podemos llevar su presencia mucho después de dejar la iglesia o capilla. Su gracia es la que nos sostiene, sobre todo en los momentos de tentación, en los que nos será más fácil resistir cuando pasamos tiempo y nos llenamos de Él.
- Te darás cuenta de lo afortunado que eres
Cuando te acuerdas de los que caminan durante horas o días en situaciones peligrosas, arriesgando sus vidas con el fin de estar un ratito con Jesús, te darás cuenta que poder orar abiertamente es un regalo, además de tener un sacerdote que pueda administrarnos los Sacramentos.
- Descubrirás que Jesús tiene un muy buen sentido del humor
Cuanto más somos capaces de sentarnos y dejar que Dios nos hable, en lugar de gastar todo nuestro tiempo llenando el espacio de silencio hablando, nos daremos cuenta que a Dios le gusta hacernos una broma o dos, y a veces son lo suficientemente divertidos para que nos queramos reír en voz alta.
- Querrás ir a confesarte más seguido
La confesión nos permite experimentar sin límite de la misericordia de Dios. Su misericordia abraza todos nuestros pecados y nos da una libertad sin miedo que nos permite dar el salto al amor y la bondad presentes en nuestra vida.
- Te enamorarás
Cuando pasamos mucho tiempo con el corazón abierto en adoración y dejamos que Cristo nos ame, entonces lo amaremos también. Ese amor nos define y nos permite ser nosotros mismos. “Yo he venido para que tengan vida, y vida en abundancia” (Juan 10, 10).
Fuente: Enlace católico
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