Actualmente, después de la Santa Misa, quizás el Rosario es la devoción más practicada por los fieles.
Aproximadamente en el año 800, surge el rezo del Santo Rosario, cuando se creó el salterio de los laicos. Los monjes rezaban los 150 salmos, pero como la mayoría de los laicos no sabían leer, se les enseñó a rezar 150 Padres nuestros. Después se formaron otros tres salterios que incluían 150 Aves Marías, 150 alabanzas en honor de Jesús y 150 alabanzas en honor de María.
Posteriormente con el paso de los años se fué modificando y perfeccionando hasta el año 2002, cuando el Papa San Juan Pablo ll introdujo los misterios luminosos.
La palabra Rosario significa “Corona de Rosas”, es la rosa de todas las devociones y es la más importante. Su forma física, no es más que un objeto que lleva por nombre: contador, el cual utilizamos para llevar un mejor orden al rezarlo, pero lo más importante es meditarlo.
El Santo Rosario otorga un infinito poder que solamente se obtiene con la fe y devoción a nuestra Madre Santísima, el cual concede los siguientes beneficios para el alma:
Cabe recalcar que no es un objeto milagroso, para la buena suerte, ni mucho menos. No obtenemos nada colgando el rosario en el cuello o colgado en el retrovisor del carro. El Santo Rosario es más que eso, si tan solo pudiéramos ver el poder que tiene en el cielo y la tierra no dejaríamos de rezarlo.
Durante este mes del Santo Rosario, una increíble forma de rezarlo es en familia, fomentando la unión familiar o invitar a nuestros vecinos, para tener una comunidad rodeada de paz y solidaridad.