Por: Pbro. Erick Adrián Leal Ibarra
Estudiante de la Licenciatura Teología Moral en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.
Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org).- 16 de marzo del 2017. Hemos vivido una maravillosa aventura sacerdotal en este día, nos hemos encontrado con el vicario de Cristo en la Tierra. La Congregación para el Clero ha organizado una Audiencia del Santo Padre con los sacerdotes y seminaristas que estudiamos en Roma.
Hacia las 8 de la mañana empezamos a congregarnos, para ser parte de esta aventura. Durante la fila de espera para ingresar al Aula Pablo VI, alegres compartimos nuestras esperanzas de este bello encuentro que tendríamos: ¿qué nos dirá el Papa Francisco? ¿qué consejos nos dará para vivir nuestro sacerdocio como estudiantes? Y nos expresamos poco a poco entusiasmados y alegres.
Una vez que habíamos entrado todos al Aula Pablo VI, donde se llevó a cabo el encuentro, iniciamos el programa con la interpretación de algunos cantos vocacionales en diversas lenguas. Después tuvimos un fructuoso momento espiritual, unidos en corazón, rezamos juntos la Hora Sexta. Por último, continuamos con más cantos vocacionales. Se imaginarán a todos aplaudiendo y cantando.
Algo muy especial fue la oportunidad que dieron a algunos seminaristas, diáconos y sacerdotes, de los distintos continentes, para hacer una pregunta directamente al Santo Padre. Entre los afortunados tuvimos a un sacerdote de nuestra amada diócesis, el Pbro. Jesús Jorge Moreno Cruz.
En el momento en que sale su Santidad nos pusimos todos de pie y aplaudimos fervorosamente. Se había llegado el momento tan esperado. El Papa saludó a todos los presentes y comenzaron las preguntas.
Qué impresionante su forma de responder, con mucha sencillez, con mucha serenidad y con mucho humor.
De entre las palabras que quedaron grabadas en mi corazón se encuentran: Espíritu Santo, discernimiento, oración, dirección espiritual, formación humana, reírse de uno mismo, ser accesibles, amar y respetar al Obispo, compañeros sacerdotes y fieles.
El Papa nos recordó que siendo seminaristas y sacerdotes que estudiamos a Roma, nos estamos preparando mejor para regresar al servicio a nuestras diócesis y que hemos de fortalecernos para los retos que estaremos por vivir. Noté a un pastor preocupado por sus ovejas, a un padre enseñando y protegiendo a sus hijos.
Esta aventura sacerdotal, este encuentro con el Vicario de Cristo me ha llevado a seguir fijando mis ojos en Aquel que me ha llamado, a seguir buscando ser como Él. Me ha hecho darme cuenta una vez más lo bella y diversa que es la Iglesia. Me ha permitido sentir que no camino solo en la vida. Pero sobre todo, me ha llevado a expresar una vez más:
¡Sacerdote para siempre quiero ser!