Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org) 19 de marzo del 2018.- La collecta pro Tierra Santa tiene lugar cada año en Viernes Santo y es una oportunidad para hacerse uno con los hermanos y ayudar a los que sufren las guerras.
Así lo declaró el cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales en una carta enviada a los obispos.
La Cuaresma “nos lleva de inmediato al lugar donde sucedieron los acontecimientos históricos de nuestra salvación, al centro de la vida cristiana”, dijo.
“Pensamos en Jerusalén, pensamos en Belén, en los lugares donde Jesús vivió y donde nos transmitió el amor del Padre y su misericordia. Por eso esta colecta está destinada a la Iglesia católica en primer lugar, la cual tiene una vida polifacética: el Patriarcado Latino de Jerusalén, la Custodia de la Tierra Santa y todas las otras jurisdicciones, la Iglesia Melquita, la Iglesia Maronita, la Iglesia Siro Católica, la Iglesia Caldea, todos los que están en estos lugares santos. El fruto se reparte entre la Custodia de la Tierra Santa y la Congregación para las Iglesias Orientales, en una proporción de 65 a 35, para poder atender a las propias necesidades”, explicó.
A través de la Custodia, “se dedica a mantener, preservar y tener en el mejor estado los lugares santos de Jesús”, lo que configura “una espiritualidad que es legado de los más antiguos cristianos y de todos los que habían leído el Evangelio, y que querían ver a Jesús”.
“La colecta en el fondo, señala, está dedicada a los más pobres y necesitados en una zona que es santa y que está herida por la guerra y por los acontecimientos que vemos en Irak y Siria, y en menor medida en Jerusalén y Palestina. A ellos está dedicada la Colecta de la Tierra Santa”. RD
Con información de Vatican News