Ciudad del Vaticano (www.pastoralsiglo21.org).- 22 de febrero del 2017.- Durante este quinto día de ejercicios espirituales que se viven en Ariccia el predicador propuso al Santo Padre y a los miembros de la Curia “escuchar la sed de las periferias”.
El Pbro. José Tolentino de Mendonça S.J mencionó durante este dñque mirar con los ojos bien abiertos la realidad del mundo que nos circunda es esencial, puesto que de lo contrario, nuestra espiritualidad se convierte en una especia de bola de confort o una forma de evasión de nuestra responsabilidad social. Mientras la voz de Dios siempre debe confrontarse con la pregunta formulada en los orígenes: “¿Dónde está tu hermano?”. De ahí la invitación a interrogarnos entonces: “¿Dónde está nuestro hermano?”.
Durante las predicas el Presbítero recordó que en los 5 continentes existe una gran sed. También añadió que el mismo Jesús es un hombre periférico. Sí, porque no era un ciudadano romano, dado que no pertenecía al primer mundo de su época, ni formaba parte de la élite judía. De ahí la pregunta de si de Nazaret podría venir algo bueno. Mientras Galilea representaba el lugar preferencial del anuncio del Reino y Jesús venía a poner en la justa perspectiva la realización de la salvación de Dios, salvación que, según su palabra, obraba ya en el presente a través de la dignificación de la vida de todos y la capacidad de reconciliar a los periféricos, es decir, a los enfermos, a los pobres y a los extranjeros.
Y la periferia está en el ADN cristiano, lo acerca a su contexto originario y también a su programa. Lo que representa una clave indispensable para su hermenéutica espiritual y existencial. Resaltando que en todas las épocas seguirá siendo, para la experiencia cristiana, el lugar en el que encontrar y volver a encontrar a Jesús.
Fuente: Vatican News